El colchón puede resultar el objeto más difícil de transportar en la lista de una mudanza. El asunto está en saber cómo envolverlo y con qué material. Así evitaremos que se rompa por una mala manipulación o que se moje, si por mala suerte, le cayera algún líquido encima. De ahí radica la importancia de saber más sobre su traslado correcto.
Cada objeto grande tiene un embalaje distinto y personalizado. No es caso contrario con el colchón. Para él, lo más adecuado es que se envuelva con mantas grandes, una cinta plástica transparente y resistente, y finalmente, la respectiva funda.
Antes de montarlo al camión de mudanza, se debe corroborar que el embalaje es efectivo. Evita que sea arrastrado por el suelo, y si es un colchón de muelles, evite doblarlo o se dañará de inmediato. Para hacerlo todo más fácil, procura ubicarlo de manera horizontal dentro del vehículo de mudanza, osea, tumbado. No coloques mucho peso extra encima para evitar magulladuras o desniveles luego de que lo desempaques en el nuevo espacio.
Ten en cuenta, que aunque esté bien embalado, no deja de ser un objeto delicado ya que pertenece a ese grupo de cosas personales y de uso diario para todos. Consulta otros métodos para su traslado seguro y utiliza el que mejor se adapte a tu comodidad.