Organizar las cajas del embalaje

Si bien una caja es lo que parece a simple vista, una caja, en cuanto la vinculamos a una mudanza, el concepto cambia bastante. De esto nos damos cuenta cuando nos pasa el temido accidente de que se rompa alguna al cargar demasiado peso en ella o que venga defectuosa. En este caso, la calidad y el tamaño importa. Podemos alquilarlas o bien comprarlas, pero siempre debemos estar pendientes de estos detalles.

Organizar todos los objetos que traslademos, principalmente por su tamaño, nos ayudará a escoger el tipo de caja que necesitamos para embalar. Al igual que también la cantidad y la calidad. Existen las cajas estilo americano (caja de solapas), que comúnmente vienen en una medida estándar para objetos medianos. Luego están las cajas troqueladas automontables. Estas si vienen en diferentes tamaños y en conjunto son prácticas.

Ahora, teniendo en cuenta la resistencia, peso y dimensiones de cada objeto que tengamos, el orden de las cosas dentro de cada caja va variando. Lo recomendable es que los artículos de mayor peso vayan al fondo, pero sin sobrecargar demasiado, e ir llenando hasta cierta altura con el resto de objetos en menor proporción de peso. Para las cosas más delicadas, lo mejor es envolverlas individualmente y colocarlas aparte en una sola caja que rotule “FRÁGIL”.

Lo prioritario, para ir saliendo de todo más rápido, es que se embalen las cosas que no usaremos en el desarrollo de la mudanza y así sucesivamente hasta vaciar cada habitación. Si los objetos de un cuarto son guardados en una misma caja, el desembalaje será sencillo más adelante. Después, se aconseja etiquetar todas las cajas para hacerlas identificables de forma rápida.

Cada caso es distinto, pero siempre es de ayuda comenzar a embalar una semana antes de la mudanza. Así tienes tiempo de clasificar mejor todo y también apartar los objetos de valor, que pueden ir ocultos en otro tipo de embalaje para mayor seguridad.

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